A sabiendas de la importancia de una exitosa promoción en el marketing de tu empresa, esta misma faceta va incluida en un gran porcentaje de casos, en el plan de marketing. Antes de entrar en materia, desde Krom queremos aclarar lo que es y lo que significa la palabra “promoción”.
“Acción de promocionar a una persona, un producto, un servicio, etc.”
Como definición no está mal dentro de su simpleza, pero hay que ir más allá para hablar en términos “marketinianos”. La finalidad consiste en alcanzar una serie de objetivos específicos a través de diferentes estímulos y acciones limitadas en el tiempo y dirigidas a un target determinado para (dependiendo de otros factores) potenciar el marketing online. Al fin y al cabo, se trata de incentivar, de hacer que el cliente caiga a tu favor de una forma atractiva y sincera.
Entre varios de los puntos calientes a la hora de promocionar está la proactividad. Estar atento a posibles cambios del mercado y, sobre todo, abierto a las nuevas posibilidades que surjan sin previo aviso. Otro de esos puntos fuertes a la hora de valorar y realizar una promoción es la originalidad, que está muy premiada por parte del potencial cliente que se acerque a tu posición de vendedor.
Entre las técnicas promocionales más vistas y frecuentadas están los eventos corporativos. Es extensísimo el listado de empresas que han tirado de este hilo para alcanzar muchos objetivos. Los programas de fidelización o las ofertas económicas son muy frecuentes también.
Además del objetivo principal de la promoción, detrás del mismo hay varios secundarios: aumentar visitas a la web, incrementar las ventas, contrarrestar acciones de la competencia, conseguir nuevos clientes, potenciar la marca, generar liquidez económica, fidelizar, introducir nuevos productos, ect.